Tabla de contenido:
- Francia y sus relaciones diplomáticas en África
- Francia desde África
- «Títeres» de Francia
- Referencias
- Preguntas de interés
Francia y sus relaciones diplomáticas en África
Los últimos años hacen evidente una transformación en las relaciones entre Francia y algunos países donde su influencia histórica y cultural hacían tener grandes lazos en la actualidad. Sin duda la gran potencia colonial que durante más de un siglo fue sigue expirándose con acontecimientos como los vividos en Níger desde el derrocamiento del presidente Mohamed Bazoum el 26 de julio de 2023 y las pretensiones de intervención militar por parte de otras potencias internacionales.
Como consecuencia del cinturón de golpes de Estado antifranceses que ha vivido el Sahel, la guerra diplomática, de espionaje y control que mantienen Francia y otras potencias crecientes en la zona como Rusia recuerdan a “El Gran Juego de Asia”[1] entre Inglaterra y Rusia en el siglo XIX por el control de Asia Central. Esto también beneficia a un tercer personaje muy importante en la zona: los grupos terroristas yihadistas, que cada vez más amplían su control e influencia. Todos estos sucesos unidos y el desenfrenado crecimiento de influencia y capital chino en la zona con el objetivo de influenciar en la geopolítica y beneficiarse de los recursos y mercados que ofrecen estas regiones hacen temblar la histórica presencia del régimen de Macron en África Occidental.
Esta disminución de la influencia francesa se puede analizar con casos como el antes citado golpe de estado en Níger, pero se puede entender mucho mejor hablando del contexto general de los países que lo rodean, como es el caso de Togo y Gabón entre muchos otros, estos dos países con un pasado muy arraigado a Francia y que en 2022 consiguieron unirse a la Commonwealth[2] (siendo el segundo y tercer país africano en entrar, después de Ruanda en 2009). Esto se debe a varios factores, por un lado, aumentar relaciones al reino inglés puede apoyar su progreso económico, también la cercanía que gana con el resto de los países de la organización, y por crear mayores lazos con las grandes potencias africanas que como idioma predominante tienen el inglés. Desde el Brexit a nivel internacional los países han conseguido crear relaciones comerciales con Reino Unido sin vincularse con ningún organismo comercial de la Unión Europea. Unirse a la Commonwealth es una forma de ganar independencia de la influencia francesa, también puede entenderse como una diversificación de influencias y compromisos internacionales, abrir la puerta a nuevos horizontes que ayuden a comprender si el estancamiento es culpa del interés francés. También en estos países se ha creado un sentimiento de que el África francófona que mantiene influencia francesa hoy en día se ve estancado económicamente y ven como posibles cambios lingüísticos y culturales pueden impulsar su desarrollo.
Una ideología política en aumento que aboga por la unidad africana y la independencia económica de los antiguos colonizadores también está presente en esta ecuación: el sankarismo político[3]. Representa una revisión de los principios socialistas y antiimperialistas, un aumento de las políticas sociales, educación, derecho de las mujeres y lograr la autarquía africana. Todo esto es aprovechado también por potencias como Rusia y China, que, mediante infraestructura, servicios sociales, apoyo económico y servicios militares como los que presta el Grupo Wagner, convierte a Moscú en el principal adversario para Francia en África. China está ganando una influencia que crece sin parar mediante sus megaproyectos y préstamos, también está garantizando espacios de comunicación y debate fuera de las influencias de Occidente impulsando espacios como el Foro de Cooperación China-África. La inversión libre de restricciones y condiciones políticas consigue convertir sus servicios en reformas gubernamentales, modificaciones en materia de derechos humanos y ceder el control de infraestructuras críticas en África a China, creando dependencia.
Europa y Estados Unidos también han influido en que Rusia centre gran parte de sus operaciones exteriores en territorio africano. Sus sanciones impuestas a Rusia a raíz de la crisis ucraniana han dirigido las actividades de este eje a la búsqueda de nuevas influencias y alianzas, sobre todo en el continente africano y asiático.
Los vínculos monetarios a través del franco francés(Franco CFA), los pocos resultados militares por parte de la cooperación francesa con los países del Sahel en la lucha contra el terrorismo, la presencia de empresas francesas en los países de la África francófona que no han colaboradora en un desarrollo económico estatal y que socialmente han sido criticadas por aprovecharse de las condiciones de vida de los ciudadanos de estos países y el trato paternalista por parte del Gobierno de Francia son algunos de los desafíos que tiene Francia si quiere calmar el aroma antifrancés creciente en las regiones. Macron ha expresado en algunas ocasiones el deseo de dejar atrás las relaciones colonialistas francesas en el África francófona e incluso ha solicitado a las empresas francesas trabajar con un enfoque social y colaborador en esos países, sin embargo, podría haber llegado tarde.
Otras partes del sector político y de influencia francés está dividido en corrientes diferentes respecto a este tema, algunos consideran que los países africanos no están siendo agradecidos con Francia, consideran que la cooperación económica, militar y cultural francesa ha conseguido grandes éxitos en África y que no podrían ser sin Francia lo que son ahora mismo, sin importar los grandes problemas que atraviesan los países en la actualidad, por esto tachan de carga mantener relación alguna con estos países y consideran que el nuevo rumbo francés debería convertirse en “salvaguardar Europa”.
Francia desde África
La sociedad africana considera que la política francesa aún mantiene la teoría de la carga del hombre blanco, donde Francia, según la política francesa, es guía hacia la civilización y no piensa dejar “al bebé” correr sólo porque se perderá. Un bebé que proporciona electricidad mediante el uranio de Níger, chips con coltán del Congo y que beneficia a su moneda con el uso del franco francés.
Una cita del historiador Hugh Trevor-Roper (1914-2003)[4] aún resuena en la memoria de todo África, “no hay historia en África”, dijo en 1963 para BBC, “habrá algo de historia africana que enseñar. Pero por el momento no hay nada: sólo existe la historia de los europeos en África. El resto es oscuridad.”.
El uso generalizado de teléfonos móviles, una nueva generación más críticas y educada ha llegado a África, países como Burkina Faso, Níger y Malí consideran haber despertado y han conseguido acelerar la difusión de sus mensajes, propaganda y noticias a la población, en ocasiones también existiendo desinformación. Una mayor comunicación y el aumento de ideas de unidad africana han conseguido que países como Malí de ver a Francia como un salvador cuando intervino contra grupos yihadistas en 2013 pasase a criticar abiertamente a Francia en 2021 por tener un enfoque de seguridad inadecuado, tras el golpe de estado de 2020 aumentó considerablemente la ira contra Francia en ese país en concreto. Estos desacuerdos también se han visto materializados en la CEDEAO (Comunidad Económica de los Estados de África Occidental, ECOWAS del inglés), donde han suspendido la permanencia de los últimos países en los que se ha vivido un golpe de estado con carácter antifrancés [5].
- Benín (1975)
- Burkina Faso (1975, suspendido desde 2022)
- Cabo Verde (1976)
- Costa de Marfil (1975)
- Gambia (1975)
- Ghana (1975)
- Guinea (1975, suspendido desde 2021)
- Guinea-Bisáu (1975)
- Liberia (1975)
- Malí (1975, suspendido desde 2021)
- Níger (1975, suspendido desde 2023)
- Nigeria (1975)
- Senegal (1975)
- Sierra Leona (1975)
- Togo (1975)
Las redes sociales han conseguido que activistas y organizaciones de la sociedad civil puedan movilizar el sentimiento de la sociedad africana contra la influencia y políticas francesas, por grupos de WhatsApp, Facebook e incluso mediante Twitter y Facebook se llegan a organizar manifestaciones y actos contra la presencia de militares francesas y contra empresas como TotalEnergies o Bolloré [6]. La juventud africana considera que Francia todavía mantiene arrogancia hacia los africanos, lo que podría llevar a un aumento del odio mientras Francia siga interfiriendo y apoyando a los líderes más leales a Europa. Respecto a las empresas francesas que durante mucho tiempo han conseguido dejar una huella imborrable en África manteniendo un dominio en la extracción de recursos naturales y ejerciendo un control político, países como Malí y Níger lo sufriendo en máximo exponente en su etapa colonial, pero esto no acabó ahí.
«Títeres» de Francia
El término françafrique [7] se utiliza para referirse a la etapa poscolonial de Francia en África, que envuelve temas bastantes oscuros donde se encuentran dictaduras títeres y objetivos de malversación de grandes sumas de dinero como el caso de Gabón con el presidente Omar Bongo[8], que consiguió que tras la independencia de Francia las relaciones con el país europeo aumentaran. Caso similar el que sucedió en Burkina Faso con el presidente Blaise Compaore.
Macron, orador hábil, mencionó a Thomas Sankara, al que rindió honores, y recordó la lucha de los burkineses para conseguir la democracia. Prometió abrir archivos franceses para saber qué pasó realmente en 1987, cuando Sankara, presidente burkinés, fue depuesto en un golpe de estado liderado por Blaise Compaoré. Compaoré reinó en Burkina Faso durante 27 años, siempre con el pleno reconocimiento de los franceses. Participó en la creación de guerrillas en Liberia y Sierra Leona, apoyó a señores de la guerra, y luego ejerció de pacificador en las conversaciones para acabar con los conflictos que había contribuido a fomentar. Consciente de que su público conocía estos detalles, el presidente galo insistió en hablar de futuro, reconoció los crímenes de la colonización e instó a los africanos y a los franceses a mirar al porvenir en común de sus pueblos.
Macron: cómo el amigo de África se quedó en Grand Blanc. El País. 11 DIC 2017 [9]
Francia utiliza el término “francofonía” para referirse a todas las regiones y personas que tienen como idioma común el francés y con los que comparte cierta historia y cultura, el contacto con todas esas regiones se centraliza desde la Organización Internacional de la Francofonía, con sede en París. Según su página web oficial[10], sus objetivos son:
- Fomentar la lengua francesa y la diversidad cultural y lingüística.
- Promover la paz, la democracia y los derechos humanos.
- Apoyar la educación, la formación, la enseñanza superior y la investigación.
- Desarrollar la colaboración económica al servicio de un desarrollo constante.
El Consejo Nacional para la Salvaguarda de la Patria de Níger criticó el 25 de diciembre de 2023 que el 19 de diciembre la Organización Internacional de la Francofonía suspendiera su permanencia a la organización y expresó que Francia utiliza el concepto de «francofonía como instrumento» para expandir sus intereses por todo el mundo.
El trágico genocidio en Ruanda durante 1994, uno de los capítulos más sombríos de la historia africana moderna, ha dejado un legado de dolor y reflexión. En medio de este oscuro episodio, la participación de Francia ha sido objeto de intenso escrutinio y controversia. Francia no puede ser directamente culpada del genocidio en sí, pero su papel antes y durante los terribles acontecimientos plantea preguntas difíciles. En los años previos al estallido del genocidio, Francia ofreció apoyo militar, formación y armamento al gobierno hutu de Ruanda, que se encontraba en conflicto con el Frente Patriótico Ruandés, liderado por los tutsis. Esta intervención extranjera exacerbó las tensiones étnicas y contribuyó al caldo de cultivo de violencia que desembocó en la masacre.
Cuando la situación alcanzó su punto crítico, Francia lanzó la «Operación Turquesa» con la supuesta intención de intervenir humanitariamente. Sin embargo, la efectividad y el momento de esta intervención han sido cuestionados. Algunos argumentan que llegó demasiado tarde y, en ocasiones, incluso facilitó a los perpetradores del genocidio al permitirles escapar. Las afirmaciones oficiales de Francia sobre su compromiso con la protección de civiles y la estabilidad regional, su estrecha relación previa con el gobierno hutu y su aparente falta de acción para prevenir o detener la masacre han generado críticas y cuestionamientos.
Francia ha enfrentado presiones para abordar su papel en el genocidio y reconocer su responsabilidad histórica en los sucesos en Ruanda. Hasta hoy ha habido intentos de reconocer su responsabilidad, muy tardíos y escasos, mientras surgen apariciones de nuevas pruebas que demuestran la vinculación de Francia con el genocidio de 800.000 tutsis por parte del régimen hutu [11].
Referencias
Preguntas de interés
El derrocamiento del presidente Mohamed Bazoum en julio de 2023 y las pretensiones de intervención militar de otras potencias internacionales han marcado un cambio en las relaciones.
Se establece una similitud en la guerra diplomática, de espionaje y control que mantienen Francia y otras potencias crecientes en África con el «Gran Juego de Asia» entre Inglaterra y Rusia en el siglo XIX, ambos por el control de regiones estratégicas.
Se destacan el cinturón de golpes de Estado antifranceses en el Sahel, la competencia diplomática y de espionaje con potencias emergentes como Rusia y China, y el crecimiento del sentimiento antifrancés en algunos países africanos.
Togo y Gabón son dos países africanos con un pasado arraigado a Francia que se han unido a la Commonwealth.
Los grupos yihadistas se benefician del caos político y la disminución de la influencia francesa para ampliar su control e influencia en la región.
Las redes sociales permiten a activistas y organizaciones de la sociedad civil en África movilizar el sentimiento anti-francés, organizando manifestaciones y actos contra la presencia militar y las empresas francesas en el continente.
Rusia y China están aumentando su presencia en la región a través de inversiones, infraestructura y apoyo militar, lo que desafía la tradicional hegemonía francesa.
«Francofonía» se refiere a las regiones y personas que comparten el idioma francés y la cultura, lo que centraliza las relaciones desde la Organización Internacional de la Francofonía. Sin embargo, su uso ha sido criticado por algunos como un instrumento de expansión de los intereses franceses.
Francia se enfrenta a desafíos como el resentimiento popular, la percepción de interferencia política y la necesidad de adaptarse a un entorno geopolítico cambiante, donde potencias emergentes como Rusia y China están ganando terreno.
La sociedad africana critica la presunta actitud paternalista y arrogante de Francia, y busca una mayor autonomía y soberanía en sus relaciones con potencias extranjeras.
El «franco CFA» es un sistema monetario utilizado en catorce países africanos, en su mayoría antiguas colonias francesas. Estos países forman dos zonas monetarias: la Unión Económica y Monetaria del África Occidental (UEMOA) y la Comunidad Económica y Monetaria de África Central (CEMAC). El franco CFA está vinculado al euro a través de una fijación de la paridad monetaria garantizada por el Tesoro francés.
El sistema del franco CFA ha impactado en las economías africanas de varias maneras. Por un lado, proporciona estabilidad monetaria y facilita el comercio con Francia y otros países de la eurozona. Sin embargo, también ha sido criticado por crear la dependencia económica de estos países con Francia y limitar su capacidad para tomar decisiones monetarias autónomas. Además, algunos argumentan que el sistema del franco CFA beneficia más a Francia que a los propios países africanos, ya que las reservas de divisas se mantienen en el Tesoro francés y pueden ser utilizadas por Francia según su conveniencia, en lugar de estar disponibles para el desarrollo económico de los países africanos.
🇫🇷 Francia busca reforzar su presencia en África mediante la cooperación, ante su declive en el Sahel. Los conflictos en Malí, Burkina Faso y Níger han generado un creciente sentimiento antifrancés, obligando al Elíseo a replantear su estrategia en el continente.
— Inteligencia en Conflicto (@conflintel_) March 17, 2024
Ante este panorama, Francia busca nuevos socios en países del sur de África como Mozambique, Malaui y Zambia. La cooperación se enfoca en áreas como agricultura, seguridad alimentaria, comercio y salud pública.
— Inteligencia en Conflicto (@conflintel_) March 17, 2024
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